No sé cuánto tiempo estuve deseando poder ir. Tenía la fantasía de cuevas enormes, intrincadas, profundas... En una ocasión anterior hasta pregunté si había que llevar linternas, y botas por si estaba inundado adentro. No fue tanto, pero aún así, fascinante.
La expectativa de la llegada... Doblamos el recodo y... allí estaba. Misteriosas, majestuosas, intrigantes...
En los tramos que se puede entrar, se puede apreciar los tonos rojizos de la tierra ferrosa que da origen a la formación.
La luz exterior reflejándose en el agua que excavó las grutas.
Y claro, siempre hay alguien que te hace posar para la foto.
Hay zonas en peligro de derrumbe. Pero la mano y la cámara pasan a todas partes.
Y la estrella de la jornada, que pasó y se fue, perdiéndose entre los pastos.
Y las últimas fotos, a manera de despedida, porque hay tanto para conocer que quién sabe si nos da tiempo de volver.
El sitio oficial de las Grutas: http://www.geoparque.uy/index.php/geoparque-grutas-del-palacio/geositios/grutas-del-palacio.html
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